Este animal es para Francia un símbolo, y la razón de este radica en el origen latino de la palabra, pues “gallus” significa gallo y galo, como eran llamados los habitantes de Galia, antigua región situada en los Alpes, Pirineos, el Rin y el Atlántico, es decir, lo que hoy es Francia, Bélgica, oeste de suiza y parte de Holanda y Alemania, aunque el gentilicio sigue usándose hasta hoy como sinónimo de francés.
Asimismo, en Galia se acuñaban monedas con la figura del gallo y ésta sería adoptada paulatinamente como emblema en las distintas etapas de la historia francesa: en escudos de armas, sellos oficiales y logotipos deportivos, como el de la selección francesa de fútbol.