Tu como entrenador de tu equipo tienes en tus manos una grande pero maravillosa responsabilidad. Tu primera misión como entrenador ha de ser la de conocer a tus jugadores, saber como piensan, como actúan, como reaccionan, como se relacionan, conocer su familia, sus convivencias estudiantiles, su barrio, en fin tienes que formarte una visión global de tus jugadores y su desenvolvimiento.

Es así que conociéndolos y entendiéndolos, podrás entonces obtener de ellos el máximo rendimiento en el fútbol, pues conocerás la forma de hablarles, de manejarte con todos, de pedirles y exigirles responsabilidades, te convertirás en un verdadero líder y un amigo que los comprenda, los guía y los estimula a que se desarrollen primero como personas, que es lo más importante, y después como futbolistas de rendimiento.

Ahora vas comprendiendo que la labor y tarea de hacer de tu equipo una “fregonada” no es fácil, y que convertirte en un equipo de respeto y competitivo no es misión de una hada madrina que te toque con su varita mágica, no, la tarea es sólo tuya como entrenador y líder de un grupo de jóvenes. Entonces no te quejes ni te amargues cuando pierdes, mejor reflexiona sobre lo que estas haciendo, ponte a trabajar duro, muy duro sin aflojar, sin escatimarle a tus muchachos el tiempo que necesitan invertir para crecer, pues ellos confiaron en ti, se pusieron en tus manos y creyeron en ti como su jefe, entonces y desde ahora más acción, más trabajo y más entrega, y veras los resultados muy pronto.